Los Países Bajos han sido una nación comercial global desde la Edad de Oro holandesa en el siglo XVII, cuando se estableció como una potencia marítima y financiera líder. Esta tradición de intercambio y comercio ha seguido dando forma a la economía holandesa, convirtiéndola en uno de los mercados más abiertos y globalmente conectados del mundo. El sistema jurídico de los Países Bajos se basa en el derecho civil, lo que proporciona un marco bien establecido y predecible para que operen las empresas.

Las estructuras empresariales más populares en los Países Bajos son las sociedades de responsabilidad limitada (BV) y las sociedades anónimas (NV), que ofrecen protección jurídica y flexibilidad operativa a los accionistas. Las normas de gobierno corporativo de los Países Bajos se ajustan a las mejores prácticas internacionales, lo que garantiza un entorno transparente y seguro para las actividades empresariales.

Los Países Bajos están estratégicamente situados en el corazón de Europa, lo que los convierte en una base ideal para las empresas que desean acceder a los mercados europeos e internacionales. Los Países Bajos son miembros de organizaciones internacionales clave como la Unión Europea, las Naciones Unidas y la OTAN, lo que refuerza su influencia en los asuntos económicos y políticos mundiales. Los fuertes lazos diplomáticos del país y los acuerdos comerciales con las principales economías del mundo aumentan aún más su atractivo como lugar privilegiado para la creación de empresas.

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