A menudo se hace referencia a Israel como la "Startup Nation" (nación de las startups) debido a su alta concentración de startups, especialmente en el sector tecnológico. La economía del país está muy diversificada, con industrias importantes como la tecnología, la ciberseguridad, la farmacéutica, la agricultura y la defensa.

El compromiso de Israel con la investigación y el desarrollo (I+D) es uno de los más elevados del mundo, y ofrece diversos incentivos fiscales y subvenciones públicas para apoyar a las empresas impulsadas por la innovación. Las avanzadas infraestructuras del país, su mano de obra altamente cualificada y su ubicación estratégica contribuyen aún más a su condición de centro mundial de negocios.

La situación estratégica de Israel en Oriente Medio le permite servir de puente entre Europa, Asia y África. A pesar de encontrarse en una región con una dinámica política compleja, Israel mantiene sólidas relaciones comerciales y diplomáticas con las principales economías, entre ellas Estados Unidos y la Unión Europea, y crecientes lazos con países de Oriente Medio y Asia. La pertenencia de Israel a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) refuerza aún más su posición económica mundial, proporcionando a las empresas acceso a los mercados y redes comerciales internacionales.

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